La confianza depositada por la mayoría de los peruanos en un
candidato que levanto la bandera de la gran transformación, no hay duda que
dicho emblema calo en los ciudadanos junto con una confusión generada por la
existencia de más de una hoja de ruta, ni la derecha se puede jactar de haber
elegido una, por la fuertes campañas en contra
del Humalismo, donde las concertaciones no tenia piso, cuando los militantes de cada
partido políticos ya mostraban su rechazo al fujimorismo.
Lo cierto es que Ollanta, gano por una mayoría con la fuerte
creencia de las regiones del interior del país, por un programa de cambio en
donde los problemas sociales tenían una razón.-En la década de los 90, la
cifras de corrupción en instituciones públicas y privadas habrían alcanzado los
cinco mil millones de soles según la ONG“Justicia Viva”. A
finales de diciembre 2008, la distancia entre pobres y ricos se habría incrementado
en las 17 de 24 departamentos del Perú, con una tabla que indicaba el 1, lo que
quiere decir desigualdad perfecta, en
consecuencia se incrementaba la pobreza y extrema pobreza , contrariamente en
las regiones pujantes se incrementaba la
inseguridad ciudadana.
La continuidad de este tipo de gobierno, y un estado que no
habría emprendido una lucha seria en
contra de la corrupción e inequidad social manteniendo de esta manera
conflictos latentes junto a una derecha, a favor
de estas medidas de progreso al punto de considerarlo el “milagro
peruano” con una
demagogia de creer que somos el país más pujante de Latinoamérica.
Ante esta situación era necesario optar por la Gran Transformación
, aunque citado plan no contara con reformas de
fondo así que las movilizaciones empezaron dando nos la razón en las urnas, pero
perdimos en la casa de Pizarro, el palacio donde la continuidad se aplaudía junto
a una derecha feliz, las flexibilizaciones a las empresas privadas que amasaban
el capital y abandono de las instituciones públicas , la declaración del estado
de emergencia en Cajamarca, donde la
lucha es justa, la farsa de lote 88 . Hoy se levanta como la Gran Transformación
a los programas asistencialistas.
Los nacionalistas, no votaron para ver a líder del
nacionalismo en imágenes junto Artemio,
como si esta fuera la gran derrota al
narcotráfico para la vergüenza de todos
los peruanos las muertes por este conflicto no forman parte de este show con un
título propio “Kepashato” quien encarna al triste y
resignado payaso con una banda
presidencial donde el dueño del circo es
Valdez. No votamos para ver a una dama “inteligente” que
pasa a ser la favorita de la derecha
será posible solo esperar las arrugas de la Primera Dama de la Nación, palabras de consuelo maternal que no aplaca el
hambre del Perú.
Hoy las bases del nacionalismo han colapsado pese a los intentos de reorganización y más de una
convocatoria suspendida a favor del líder del nacionalismo con representantes
de dicho Partido, que culpan a los anteriores gobiernos de dejar dinamitado
este gobierno y a la izquierda resucitada de generar más conflictos.- Hoy las bases
del nacionalismo son agencias de empleos con ambiciones personales.
La Gran Trasformación termino en la gran farsa para la
historia del Perú.