"Un día salió un hombre
en busca de libertad
con sus hermanos de clase
el mundo quiso cambiar
alzando contra el imperio
a los pobres del lugar
librara su guerra de hambre
tras muerte y rebelión
luchando contra un sistema
que quisieron derrumbar,
muchos obreros cayeron
defendiendo su verdad,
con los pobres y oprimidos
con los hijos sin futuro,
buscaban para los justos
la vida con dignidad.
En los tiempos de cambiar
los sueños tienen lugar
vamos, vamos, vamos buscando el mundo ideal
forjando sueños a los hijos que vendrán" (El Líder
de los Humildes)
El 1° mayo de 1886,
350 mil obreros de EE.UU. iniciaron una huelga general por la conquista de la
jornada de 8 horas. Fue Chicago, la
ciudad más convulsionada, donde la policía reprimió a los huelguistas y asesinó
a obreros, la burguesía exigió sanción a los gestores, quienes fueron
condenados a la horca.
Esta conquista por
los “Mártires de Chicago” fue un triunfo político de la clase obrera frente a
la burguesía, los socialistas y anarquistas coadyuvaron a esta victoria hace
126 años.
Hoy el movimiento
sindical peruano atraviesa por una profunda crisis desde la década de los 80,
la cual ha tocado las estructuras de las organizaciones sindicales, no existe
un programa que exprese las aspiraciones de los trabajadores y la desideologización es
una característica en los jóvenes obreros.
Sólo el 5,2%
de los trabajadores a nivel nacional están sindicalizados y del total de trabajadores sindicalizados 83 480 son
hombres (89%) y 10 280 son mujeres (11%) (3); la disminución del
número de huelgas, la pérdida de derechos laborales, la desaparición de
sindicatos y federaciones, el burocratismo entre otros problemas son e
producto de la aplicación de la política
económica neoliberal y la reforma laboral impuesta por la dictadura
fujimontesinista, y la línea política que predomina en el movimiento sindical.
El abandono de sindicalismo de clase se muestra en el burocratismo
de las principales centrales sindicales, la “aristocracia” obrera convive con
el patrón y los gobiernos. Esta línea
está cada vez más alejada de la socialista. Es así que confunden sindicato con partido, para esta corriente el
sindicato es un apéndice y trata de suplantar su organización.
El aventurerismo en materia sindical se expresa en el aislamiento y
prácticas radicaloides, así como, la destrucción de las pocas organizaciones.
Basta recordar cuál era el método del senderismo
frente aquellos que no adoptaban su línea política, simplemente eran
dinamitados.
En líneas generales, la izquierda en sus diversas variantes ha abandonado
a la clase obrera a su suerte hace más de 20 años, han olvidado el papel que
cumple y cuáles deberían ser las tareas para resolver la crisis que afronta el
movimiento sindical peruano.
Desde nuestro punto de vista es menester que los nuevos sectores de
la izquierda inicien un proceso de proletarización de su pensamiento que les permitan fundirse en las masas
trabajadoras, es prioridad reconstruir los sindicatos y dotar a sus nuevos
elementos conciencia de clase e ideología a través de múltiples escuelas
sindicales.
«Porque toda la tarea de los comunistas consiste en
saber convencer a los elementos atrasados, en saber trabajar entre ellos y no
en aislarse de ellos mediante fantásticas consignas infantilmente “izquierdistas”
(…) No dudamos de que los señores “jefes” del oportunismo recurrirán a todos
los procedimientos de la diplomacia burguesa, al concurso de los gobiernos
burgueses, de los curas, de la policía, de los tribunales, para impedir la
entrada de los comunistas en los SINDICATOS, para expulsarles de ellos por
todos los medios posibles, para hacer su labor en los sindicatos lo más
desagradable posible, para ofenderles, acosarles y perseguirles. Hay que saber
resistir a todo esto, disponerse a todos los sacrificios» (1)
Debemos eliminar progresivamente la labor aislada y primitiva en el
movimiento sindical, sacarlo de economicismo en el cual está empantanado y
propiciar la más amplia solidaridad de clase por medio de una prensa a escala
local y nacional.
Sólo así podremos alcanzar victorias importantes para todo el
pueblo peruano, ¿qué interesante hubiese sido si los sindicatos de las services
de Yanacocha manifestasen su solidaridad con los campesinos afectados por el
Proyecto Conga? Bastaría 72 horas de paro para darle un golpe al espinazo de la
Minera Yanacocha y el triunfo estaría más cerca ahora. No entender ello sería
un craso error ideológico.
Las nuevas generaciones tienen un gran reto y una enorme
responsabilidad para garantizar la reconstrucción del movimiento sindical
peruano.
¡Qué vengan árboles nuevos a dar
flores nuevas y frutas nuevas! (2)
Notas
(1) La enfermedad infantil
del “izquierdismo” en el comunismo, Lenin
(2) Discurso del Politeama,
Gonzales Prada
(3) Fuente MTP 2009