¡ HONOR Y GLORIA ETERNA A LOS LUCHADORES DE LA JORNADA DE LAS OCHO HORAS EN EL PERU !
El 15 de enero de 1919 el naciente proletariado peruano conquistó la jornada de las ocho horas. Este logro fue la culminación, el corolario de una prolongada e intensa lucha iniciada el 1 de mayo de 1905 cuando la Federación de Panaderos Estrella del Perú incorporó en su Declaración de Principios la lucha por la jornada de las ocho horas. La huelga del 13 de enero de 1919 que paralizó Lima y algunas provincias y que precipitó a que el gobierno de Pardo promulgara el decreto que instauró la jornada de las ocho horas en todo el país fue la expresión mayor de diversas formas de lucha que precedieron esta gesta heroica. Fueron entonces catorce años de movilizaciones, huelgas y paros con un enorme costo social, hasta la inmolación de vidas como del portuario Florencio Aliaga y las obreras Manuela Chaflajo e Irene Salvador.
La conquista de la jornada de las ocho horas en el Perú tiene aspectos históricos, políticos como ideológicos: históricamente, debemos destacar que fueron 4 los factores que posibilitaron este triunfo proletario; 1) La UNIDAD en torno a la Federación Obrera Local y el Comité Central de Huelga,; 2) La combatividad de las masas que en forma multitudinaria se volcaban a las empedradas calles de Lima; 3) La vanguardia sindical consecuente y culta; 4) La acción directa de las masas cuya máxima expresión fue el paro general del 13 de enero. Políticamente, la conquista de la jornada de las ocho horas (testimonio además de la extraordinaria capacidad de lucha del proletariado) constituyó la primera victoria política de la clase obrera contra la clase capitalista; ideológicamente, tal como lo precisa Carlos Marx en el Tomo I de El Capital, la lucha entre el Capital y el Trabajo por fijar los límites de la jornada de trabajo es una lucha multisecular que desnuda la esencia de la explotación capitalista: la prolongación de la jornada laboral para acumular más plusvalía.
La CGTP LIMA ESTE inclina sus banderas de clase ante la memoria de Delfín y Manuel Lévano, Julio Portocarrero, Adalberto Fonkén, Nicolás Gutarra, etc. y renueva su compromiso de persistir en la lucha por conquistar una nueva sociedad y diferente al infierno capitalista.
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