Ha pasado pocas semanas que se expresaron en las urnas de las elecciones del 10 de abril el triunfo de la mayoría de la población peruana que exije cambios, que está insatisfecha, que el crecimiento económico no repercute en su día a día. Algo está mal, algo no está funcionando.
Esa gran población, esa gran masa, se ha cogido de un candidato en el que encuentran el programa y el carácter necesario para poder afrontar esta realidad maravillada de forma embustera y demagógica por los politicos tradicionales que glorifican al gran capital.
Esa masa, que tiene un gran porcentaje joven, votó por un programa que representa la mayoría de las demandas del pueblo: inclusión social, acceso a la educación gratuita y de calidad, seguridad ciudadana, salud, presencia del estado hasta el lugar mas recóndito del país, etc.
El gran problema, en esta segunda etapa electoral y hay que decirlo, es que las estrategias empleadas por ollanta humala para ganarse los votos del centro y derecha(reaccionarios) está ocacionando que los votos que se ganó por la izquierda lo está perdiendo al acercarse a la derecha. Muchos sectores exigen una aclaración sobre lo que está sucediendo.
Los jóvenes que votaron por ésta opción, están desconcertados, no hay un punto crítico, diferente a las propuestas de continuismo para poder defender, por que la propuesta más debatida era la asamblea constituyente, ahora salen los voceros nacionalistas a negar ésta trascendental propuesta.
No tenemos dudas que es importante cambiar la constitución que se hizo de un proceso delictivo llamado "fujimorato". De eso estamos convencidos los progresistas.
Pero la coyuntura actual nos hace priorizar otro temas para enfrentar al enemigo común, engendrado en la hija del dictador y asesino preso alberto fujimori. Ésta, que no vaciló durante la primera vuelta en decir que el gobierno de su padre fue el mejor de la historia del Perú, y que después sale a pedir perdón por el régimen dictatorial fascista neoliberal que hizo su padre. El daño a una nación no se perdona, cantuta no se olvida, barrios altos tampoco, los despedidos tienen memoria, la insensibilidad de no hacer nada frente a la tortura de su madre no se pasará de largo, el dinero con el que estudió keiko fujimori que le pertenece al pueblo peruano no será premiado dándole la presidencia para que termine de saquearnos y dejarnos en la ruina.
Ésta situasión no puede ser ajena para los jóvenes, por que no podemos estar de brazos cruzados corriendo el peligro de que vuelva la dinastía dictatorial a gobernar el país, no podemos permitir que la mafia fujimontesinista vuelva al poder, teniendo en cuenta que a nuestros padres les costó mucho trabajo, sudor, dolor y opresión tumbarse esa dictadura. Por dignidad los jóvenes, estamos como Frente de lucha contra ésta escoria llamada fujimorato.
Jhonnatan Murga
Colectivo Generación Amauta
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