Por una participación revolucionaria en el proceso electoral
1. Han sido convocadas para el 03.10.10 las elecciones municipales-regionales, hecho que junto a la proximidad de las elecciones generales de abril del 2011, constituyen la base del proceso de reacomodo político-electoral en curso en el país. Urge en este sentido definir una táctica electoral desde el punto de vista y los intereses de clase de los trabajadores y el pueblo.
2. La TÁCTICA ELECTORAL debe partir, en primer lugar, por considerar el proceso electoral como un nuevo escenario de confrontación con la derecha, el gobierno y el continuismo, mas aun cuando se advierte la ingerencia descarada de Alan García para impedir el ascenso al gobierno municipal-regional y presidencial de candidatos populares; en segundo lugar, que esta táctica electoral debe responder y enmarcase en la táctica general para el presente periodo que se resume en la forja de la mas amplia unidad de todos los sectores sociales y políticos que están por el cambio de la política económica neoliberal, por una nueva constitución y por una real transformación del país a través de la movilización de masas; en tercer lugar, que siendo los gobiernos municipales-regionales parte del Estado capitalista, su administración por el pueblo debe permitirnos mejorar la calidad de vida de la población, contribuir a la organización vecinal-popular y a la lucha contra el centralismo del gobierno burgués de turno; en cuarto lugar, participar unitariamente en dichas elecciones con un programa electoral diferenciado de la derecha neoliberal y con candidatos electos democráticamente en asamblea vecinal-popular.
3. Los trabajadores y el pueblo debemos evitar caer en dos desviaciones: Primero, absolutizar las elecciones, cayendo en el electoralismo que subestima, minimiza o posterga la lucha en las calles; segundo, el abstencionismo, que significa no valorar el proceso electoral como un importante y, en determinada coyuntura, hasta cierto punto decisivo escenario de enfrentamiento al gran capital, sus organizaciones políticas y su gobierno de turno.
4. Participamos en las elecciones para difundir nuestras ideas y propuestas; esclarecer y educar políticamente a las masas; para desenmascarar ideológica y políticamente a las candidaturas burguesas y continuistas y para disputar un espacio (municipios y regiones) desde las cuales podamos contribuir a mejorar la calidad de vida de la población, organizar a la población y enfrentar al gobierno central.
5. La unidad política y social que debemos concretizar, y que conductas sectarias y hegemonistas, vienen dilatando y postergando, debe ser ante todo para impulsar la lucha y movilización de las masas frente a la contraofensiva económica, política y fascitizante del gran capital y su gobierno aprista de turno. No es correcto “separar” la lucha en las calles de la lucha electoral, ni menos supeditar la primera a la segunda. Eso conlleva al electoralismo. Eso es lo que viene haciendo la CPS. INSISTIMOS: NO SOLO SE TRATA DE AUSPICIAR, PROMOVER O IMPULSAR UN FRENTE ELECTORAL SINO DE DEFINIR EN PRIMER LUGAR UNA TACTICA ELECTORAL REVOLUCIONARIA, NO REFORMISTA, SUPEDITADA Y ENMARCADA EN LA TACTICA GENERAL PARA EL PRESENTE PERIODO.
6. Una táctica electoral revolucionaria exige ante todo forjar la UNIDAD en un frente electoral (sea cual sea su denominación) lo más amplio posible; en segundo lugar, la aprobación de un PROGRAMA, sin la cual la unidad será precaria, no duradera, y sin mayor proyección y perspectiva; finalmente, la definición de CANDIDATOS a alcalde y regidores, electos democráticamente.
Escrito por: Arturo R.
Ate, mayo del 2010
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