1- Hoy existen 2 formas de educación superior: universitaria y técnica. Sin embargo, estas forman dos sistemas que no se comunican entre sí, y que además guardan una posición y valoración muy distintas dentro de la sociedad, siendo la primera privilegiada en detrimento de la segunda. Junto a ello se ha dado un crecimiento explosivo y desordenado de la universidad, fenómeno que con el tiempo ya no responde a una necesidad nacional y de desarrollo.
2- La Ley de Institutos 29394 refuerza la desarticulación de la educación superior, guarda más un carácter de reglamentación que el de una ley general y orgánica que la norme. Esta norma recorta la democracia en los órganos de gobierno, no establece un sistema de equivalencias en los programas y competencias con la educación universitaria, acrecienta el burocratismo en la administración; en suma representa una camisa de fuerza para asumir principios de calidad, autonomía y renovación de la estructura académica.
En tal sentido es necesaria una reforma profunda de la ley en los aspectos de gobierno institucional, régimen académico y fuentes de financiamiento.
3- Es conveniente priorizar la investigación tecnológica mediante una política bien financiada que se oriente al planeamiento y prospectiva para el desarrollo nacional. Un mecanismo es la transferencia tecnológica, para lo cual el Estado debe negociar con las grandes empresas que explotan los recursos del país como requisito para continuar sus operaciones empresariales. Sólo así dejaremos de ser un país primario exportador y la educación tecnológica estaría vinculada mucho mejor por medio del cambio de política económica.
4- El actual sistema de acreditación SINEACE en especia el CONEACES para el caso de Institutos, representa una amenaza para la educación pública por la forma cómo está estructurada, por los criterios técnicos poco imparciales que vienen implementando y los intereses económicos del banco Mundial y de las empresas certificadoras que están detrás. Nadie garantiza que los famosos criterios de calidad y certificación educativa respondan a los intereses del país.
Hoy es conveniente modificar la visión y la estructura del SINEACE que verdaderamente garantice la calidad educativa, la democracia y la competencia en igualdad de condiciones.
5- Establecimiento del sueldo básico de S/.750.00 para los practicantes de los institutos, que en muchos casos son objeto de explotación y vulneración de los derechos laborales como jornada de 8 hrs y la sindicalización. La aplicación de este criterio en todos los niveles de la producción y servicios de las empresas.
6- La crisis del sistema educativo está íntimamente ligado al modelo económico del país: primario exportador de dependencia de los países desarrollados. Por eso la educación tecnológica, en la práctica, sirve para producir “cholos baratos”, condena al país al extractivismo, no existe una articulación entre la educación y el trabajo, pues a través de la implementación del sistema modular y los “iluminados” criterios de acreditación son los instrumentos para profundizar la crisis de la educación pública y alentar, sutilmente, la privatización de la misma.
Creemos oportuno que el nuevo modelo educativo de los institutos debe estar ligado a un nuevo modelo de desarrollo económico soberano y de impulso a la industrialización de nuestra patria. Para ello, todos los involucrados deben tomar el protagonismo con el fin de conquistar este anhelo, donde estudiantes, docentes, trabajadores, egresados deben elaborar una propuesta programática y lineamientos de políticas públicas que ayuden a nueva educación en un nuevo Perú.
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